La erosión regresiva del río Coca, que actualmente se encuentra a 3,6 kilómetros de la captación de la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, es monitoreada por las autoridades ecuatorianas y por expertos en geología e hidrología, por el peligro que puede representar para el sistema eléctrico nacional.
Desde que empezó su proceso en 2020, los expertos han coincidido en que la erosión regresiva se trata de un proceso natural, asociado a la dinámica del cauce del río y la morfología del lugar. Si bien la erosión regresiva representa un peligro inminente para la operación de la central, ya se están ejecutando acciones para evitarlo y sería necesario incrementar más.
El ingeniero Rafael González, director de la Comisión Ejecutora Río Coca (encargada de monitorear permanentemente el avance de la erosión regresiva), explicó que el fenómeno observado actualmente corresponde a una erosión lateral, la cual no compromete directamente la estructura de captación.
“Si esta erosión llega a la captación, no representa un riesgo, porque la que sí causaría daño sería una erosión vertical o profunda”, detalló el funcionario en una entrevista con Gamavisión, el pasado 5 de mayo.
De acuerdo con González, se mantienen en ejecución obras de protección que buscan reducir el impacto de la erosión natural y garantizar la seguridad de las instalaciones. Entre ellas destaca la construcción de un dique permeable en el kilómetro 7,8, que se prevé esté terminado a finales de 2025. Esta infraestructura tiene como objetivo frenar la erosión vertical, considerada la más peligrosa para la central.
Asimismo, ya se ha concluido la instalación de una pantalla de pilotes secantes a 1,2 kilómetros de la captación, reforzada con un sistema de enrocado que actúa como barrera frente a la abrasión de los sedimentos transportados por el río.
El geólogo Jorge Sevilla, quien fue el primero en anunciar la desaparición de la Cascada de San Rafael, considera que el dique permeable no es una solución factible y considera que se puede hacer otras obras más profundas como la desviación del río para evitar que la erosión llegue a la captación.
Expertos respaldan el origen natural del fenómeno
Diversos especialistas han coincidido en que la erosión regresiva del río Coca responde principalmente a procesos naturales derivados del colapso de la cascada de San Rafael en 2020, evento que alteró de manera significativa la pendiente y la dinámica del cauce.
Sevilla coincide con Gonzáles en que la erosión regresiva que está avanzando rápidamente es la lateral y no la profunda. Según sus observaciones, el río ya ha realizado gran parte del ajuste geomorfológico posterior al colapso y tenderá a estabilizarse en los próximos años.
En la misma línea, el geólogo Eduardo Carrasco ha subrayado que la erosión del río Coca “es parte del reajuste natural del sistema fluvial”, influenciada por las intensas lluvias y las características volcánicas del suelo, y no una consecuencia directa de la construcción de Coca Codo Sinclair.
También el geólogo Miguel Calahorrano, exministro de Energía, aclaró (en varias entrevistas) que el proceso de erosión regresiva no está relacionado a la construcción de la hidroeléctrica y que obedece al propio desarrollo dinámico, de lo que constituye el volcán Reventador que está colocado en el corazón de la cuenca del río Coca.
Considera que la erosión regresiva empezó por la desaparición de la cascada de San Rafael, y que ahora el terreno está buscando una nueva estabilidad. A su criterio, se debería construir una infraestructura de obra civil anclada a una cama de rocas, en la conjunción del río Malo y el río Coca, para ayudar a estabilizar el terreno.
Las autoridades y los especialistas coinciden en que el fenómeno debe entenderse dentro del contexto de la evolución natural del río, acelerado por factores climáticos y geológicos, pero no provocado por la hidroeléctrica.
Sin embargo, también coinciden en que es necesario que se ejecuten obras para proteger a Coca Codo Sinclair, ya que es una obra prioritaria para el Ecuador, al generar el 30% de toda la electricidad del territorio nacional.








