La construcción de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair fue precedida por una serie de estudios exhaustivos que evaluaron su viabilidad técnica, económica y ambiental que respaldaron la construcción de esta importante infraestructura energética.
En 1971, se realizaron los primeros estudios para el proyecto Coca-Codo Sinclair (CCS). Estos sentaron las bases para aprovechar la energía potencial del río Coca y transformarla en energía eléctrica de 1500 MW, a través de 8 turbinas tipo Pelton de 187,5 MW cada una.
Durante las décadas de los 70 y 80, el Instituto Ecuatoriano de Electrificación (INECEL) llevó a cabo estudios para definir la capacidad total de aprovechamiento del caudal en la cuenca del río Napo y específicamente en la cuenca del río Coca. En 1976, se completaron los estudios de pre-factibilidad. Luego, en 1992, se produjo el primer estudio de factibilidad, que reafirmó el atractivo de esta cuenca hídrica. En ese momento, se estableció el Proyecto Coca Codo Sinclair como uno de los mega proyectos de generación eléctrica en Ecuador, con una capacidad de 859 MW.
Sin embargo, la falta de inversión en proyectos hidroeléctricos y el desinterés llevaron a que el proyecto no se concretara. Fue en el año 2008 cuando se decidió revivir los estudios. La consultora Electroconsult actualizó el diseño conceptual del proyecto, y los nuevos estudios arrojaron una capacidad de generación aún mayor: 1500 MW (equivalente a una producción de 8,600 GW/hora por año).
El proyecto se encuentra en los territorios de los cantones El Chaco (provincia de Napo) y Gonzalo Pizarro (provincia de Sucumbíos). El área en donde se ubica el proyecto comprende la cuenca del río Coca hasta el sector de El Salado, abarcando una superficie de 3600 km². En enero de 2008, el gobierno declaró al Proyecto Hidroeléctrico Coca Codo Sinclair como de Prioridad Nacional.
Los estudios geológicos y geotécnicos fueron fundamentales para comprender la composición del terreno en la zona de construcción. Se realizaron investigaciones detalladas sobre la estabilidad de las rocas, la presencia de fallas geológicas y la permeabilidad del suelo. Estos estudios permitieron diseñar cimentaciones sólidas y garantizar la seguridad estructural de la central.
La evaluación ambiental fue crucial para minimizar el impacto en el ecosistema circundante. Se realizaron estudios de flora, fauna, calidad del agua y emisiones de gases de efecto invernadero. El diseño de la central incluyó medidas de mitigación, como la construcción de pasos para peces y la reforestación de áreas afectadas.
Los estudios previos proporcionaron una base sólida para la construcción de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Su ubicación estratégica, la evaluación técnica y ambiental, y los análisis económicos respaldaron la decisión de llevar a cabo este proyecto, que hoy en día es una fuente vital de energía limpia para Ecuador.
Informa Ecuador
Last modified: mayo 31, 2024
