En el complejo entramado del suministro eléctrico, el mantenimiento de infraestructuras energéticas es fundamental para garantizar la continuidad y eficiencia en la producción de energía. Este es el caso de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que actualmente se somete a un proceso de mantenimiento programado, una medida crucial para evitar repetir los errores que llevaron a la crisis energética de 2023, originada por la negligencia en el cuidado de las termoeléctricas ecuatorianas.
El costo de ignorar el mantenimiento: Las termoeléctricas como ejemplo de lo que no se debe hacer
Según informes del Operador Nacional de Electricidad (CENACE), durante seis años las termoeléctricas en Ecuador sufrieron un mantenimiento deficiente. Este descuido, sumado a factores como el estiaje (sequía prolongada), resultó en la pérdida de al menos 460 megavatios de capacidad. Esta negligencia fue uno de los principales detonantes de la crisis energética que afectó al país en 2023, provocando apagones de 3 a 4 horas diarias y generando graves consecuencias económicas y sociales.
La falta de prevención en las termoeléctricas dejó una lección clara: el mantenimiento no es un gasto, sino una inversión necesaria para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico nacional.
Coca Codo Sinclair: El salvavidas energético de Ecuador
En medio de esta crisis, Coca Codo Sinclair emergió como un pilar fundamental para el sistema eléctrico del país. Desde su inauguración en 2016, esta central ha generado más de 50,000 millones de kilovatios, suficiente para abastecer a todo Ecuador durante dos años completos. En sus siete años de operación, llegó a producir hasta el 57% de la energía hidroeléctrica del país, consolidándose como una de las infraestructuras más importantes para la transición energética de Ecuador.
Sin embargo, su operación constante y eficiente no sería posible sin un mantenimiento adecuado. Por ello, en enero de 2024 se programó un proceso de mantenimiento preventivo para la central, una decisión estratégica que busca anticiparse a los desafíos climáticos, como el estiaje, y garantizar su funcionamiento óptimo en los próximos años.
El riesgo de descuidar a la mayor hidroeléctrica del país
La importancia de Coca Codo Sinclair no puede subestimarse. Según autoridades estatales, su operación ha evitado cortes eléctricos de hasta nueve horas en el país, lo que habría tenido un impacto devastador en la economía y la productividad nacional. Un descuido en su mantenimiento podría desencadenar una crisis aún mayor que la vivida en 2023, poniendo en riesgo la estabilidad energética de Ecuador.
La lección aprendida: Mantenimiento como prioridad nacional
La negligencia en el mantenimiento de las termoeléctricas dejó una enseñanza clara: la prevención es la clave para evitar crisis energéticas. En un contexto de creciente demanda eléctrica y desafíos climáticos, el cuidado de infraestructuras como Coca Codo Sinclair no es solo una responsabilidad técnica, sino un compromiso con el futuro del país.
El mantenimiento adecuado de esta central no solo asegura un suministro eléctrico confiable, sino que también fortalece la transición hacia un sistema energético más sostenible y resiliente. Ecuador no puede permitirse repetir los errores del pasado; el mantenimiento preventivo es, y será, la piedra angular de su estabilidad energética.
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