La sopa Joumou o calabaza, símbolo de la independencia y libertad de Haití, integra desde este jueves la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
“El Comité del Patrimonio Cultural Inmaterial acaba de decidir inscribir la sopa de giraumon en la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Felicitaciones a Haití”, posteó en Twitter la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En marzo pasado, la embajadora de Haití ante la UNESCO, Dominique Dupuy, inscribió a la sopa joumou entre las candidatas a lograr la condición de Patrimonio de la Humanidad, por su contribución al acervo cultural.
Pocas cosas generan más consenso en el país como este plato tradicional que tiene como base la calabaza, a la cual se añaden carnes, verduras, tubérculos y especias.
Sus ingredientes varían según la región, sin embargo, la preparación es una actividad familiar o comunitaria que promueve la cohesión social, el arraigo de la identidad y el sentimiento de pertenencia, dijo la Unesco en su comunicado.
“Este momento histórico es posible gracias a la colaboración de un gran número de actores: la comisión nacional haitiana de cooperación con UNESCO, el gobierno haitiano”, aseguró en Twitter, Dupuy.
También agradeció a los estudiantes, profesores e investigadores de la Universidad Estatal de Haití que realizaron el inventario del platillo y a las asociaciones y grupos comunitarios que apoyaron la candidatura.
Originalmente, la sopa solo estaba reservada a los colonizadores franceses, y tras la proclamación de la independencia el 1 de enero por Jean Jacques Dessalines, el manjar se convirtió en un símbolo de la libertad.
De manera tradicional se consume con el advenimiento del nuevo año, no obstante, en algunas regiones, entre ellas Puerto Príncipe, el platillo se sirve todos los domingos.
Con información de Agencia Sputnik