La crisis petrolera ha sido un tema recurrente en el sector energético durante décadas. Sin embargo, en los últimos años, la preocupación se ha incrementado por la disminución de las reservas de petróleo y la creciente demanda energética a escala mundial. En este contexto de crisis, ¿la producción energética de hidroeléctricas es una solución viable?
La respuesta corta es sí. Las hidroeléctricas son una fuente de energía renovable y limpia que no produce emisiones de gases de efecto invernadero, lo que la hace una alternativa atractiva al petróleo y otros combustibles fósiles. Además, las hidroeléctricas tienen una capacidad de producción constante y pueden almacenar energía en forma de agua, por lo que son una fuente confiable y predecible.
Pero, ¿qué tan viable es la producción energética de hidroeléctricas en la práctica? Según datos recopilados por la Agencia Internacional de Energía (AIE), la hidroelectricidad representó el 16% de la producción mundial de energía en 2020. En América Latina, la hidroelectricidad es la fuente de energía más utilizada y representa el 58% de la producción total de energía.
Además, la expansión de la energía renovable en el mundo se da a pasos agigantados . Según el informe «Renewables 2022» de la Agencia Internacional de Energía, entre 2022 y 2027 se prevé un crecimiento de casi 2400 GW lo que equivale al total de la capacidad instalada en China.
Desde ahora hasta 2030, se gastarán USD 127.000 millones, o casi una cuarta parte de la inversión mundial en energía hidroeléctrica, en la modernización de plantas antiguas, principalmente en economías avanzadas . El trabajo en la infraestructura existente, como el reemplazo, la actualización o la adición de turbinas, representará casi el 45% de toda la capacidad hidroeléctrica instalada a nivel mundial durante el período
En comparación con la energía que proviene del petróleo, la energía hidroeléctrica tiene muchas ventajas. En primer lugar, la energía hidroeléctrica es una fuente de energía renovable, lo que significa que nunca se agota y no tiene que ser importada de otros países. Además, la energía hidroeléctrica es mucho más eficiente que la energía que proviene del petróleo, ya que la mayor parte de la energía producida en una central hidroeléctrica se convierte en electricidad a diferencia de la energía que proviene del petróleo
Sin duda, los factores expuestos la hacen una solución viable e incluso se fortalece en el marco del plan de cambio de la matriz energética mundial se ha puesto en marcha. La hidroelectricidad es una fuente de energía renovable, limpia y confiable que ha ido ganando terreno en los últimos años. Aunque la construcción de hidroeléctricas puede tener un impacto ambiental significativo, las prácticas y tecnologías los minimizan. En definitiva, la hidroelectricidad es una opción atractiva y necesaria para garantizar el suministro de energía en un mundo en constante cambio y evolución.
Informa Ecuador