El presidente de Argentina, Alberto Fernández, ha anunciado este martes un mayor despliegue de fuerzas de seguridad federales en la ciudad de Rosario, la tercera más poblada del país, para contener una ola de violencia que se ha agudizado en los últimos días, a raíz del asesinato de un niño de doce años.
El crimen ha derivado en represalias de las comunidades locales contra las redes del narcotráfico, contra las que promete combatir Fernández en aras de “la convivencia social y la seguridad democrática”.
Como primera medida, el presidente ha anunciado en un mensaje de vídeo un mayor despliegue de Fuerzas Federales, “hasta alcanzar en esta etapa los 1.400 efectivos disponibles para la ciudad de Rosario”. El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, tiene previsto viajar el miércoles a la zona para supervisar estos trabajos.
El mandatario también ha encargado al Ejército que “participe en la urbanización de barrios populares”, por ejemplo acelerando las tareas que ya están aprobadas pero siguen pendientes de ejecución”. “Son las Fuerzas Armadas de nuestra democracia”, ha subrayado en su mensaje.
En este sentido, ha explicado que la Ley de Defensa Nacional contempla que los militares puedan participar en este tipo de tareas, en la misma medida que también actuaron para contener la pandemia de la Covid-19 o que se despliegan para combatir incendios forestales.
Fernández prevé, además reforzar la vigilancia en materia de blanqueo de capitales e instalar 6.000 cámaras de vigilancia con reconocimiento facial en Rosario, así como “extremar la custodia” de los presos que “pretenden desde la misma cárcel seguir controlando sus objetivos criminales”.
“Estamos tomando decisiones contundentes. No nos tiembla el pulso en combatir el crimen organizado”, ha recalcado, para acto seguido prometer que “todo el peso de la ley” caerá a quien, de manera “activa o pasiva”, pueda estar favoreciendo la presencia de grupos criminales.
Además, ha llamado a no caer en “mezquindades ni especulaciones políticas”, en un mensaje velado a la oposición. “La manipulación informativa con el propósito del desgaste institucional y el juego político que hacen quienes quieren sacar provecho de esta situación solo merecen el rechazo democrático”, ha advertido.
Con información de Europa Press