Cada vez que las lluvias intensas caen sobre la Amazonía ecuatoriana, la central Coca Codo Sinclair se convierte en una especie de corazón hiperactivo del sistema eléctrico nacional. Su capacidad de transformar la fuerza del agua en grandes volúmenes de energía la hace indispensable, pero también plantea una paradoja: en sus mejores momentos de generación, el país no siempre sabe qué hacer con tanto recurso disponible. En lugar de aprovechar al máximo esos picos productivos, el sistema actual se ve obligado a frenar, desperdiciar o simplemente dejar pasar el potencial.
Este problema se debe a una carencia estructural: Ecuador no cuenta con mecanismos robustos de almacenamiento de energía. Y sin la capacidad de guardar lo que se produce de más, especialmente en centrales hidroeléctricas como Coca Codo, el país pierde eficiencia, ingresos y seguridad energética.
¿Por qué es necesario almacenar energía?
Equilibrio del sistema eléctrico: El almacenamiento permite absorber los picos de producción para liberarlos cuando la demanda es mayor o la oferta disminuye. Esto hace al sistema más flexible y confiable.
Reducción del desperdicio: En vez de regular artificialmente la producción de las hidroeléctricas —lo que implica dejar pasar agua sin generar energía—, se puede capturar ese excedente para usarlo cuando realmente se necesite.
Resiliencia ante crisis energéticas: Ecuador ha experimentado racionamientos en épocas secas. Si se contara con sistemas de almacenamiento como baterías de gran escala, estaciones de bombeo reversible o tecnologías de aire comprimido, estos eventos podrían prevenirse o mitigarse.
Mejor integración de energías renovables: La energía solar y eólica, que también dependen del clima, requieren respaldo. El almacenamiento haría posible integrarlas al sistema sin comprometer la estabilidad.
¿Qué tipo de almacenamiento necesita Ecuador?
Las soluciones pueden variar según el contexto técnico y económico:
Bombeo hidroeléctrico: Ideal para un país con topografía montañosa. Permite almacenar energía mediante el bombeo de agua a un embalse superior cuando hay exceso de electricidad, para luego generar cuando se requiere.
Baterías a gran escala: Ya se usan en otros países como respaldo rápido y eficiente. Su costo ha bajado considerablemente en la última década.
Sistemas térmicos o de aire comprimido: Aunque menos comunes, pueden complementar las opciones en regiones específicas.
Ecuador ya ha hecho una gran inversión en generación hidroeléctrica. El siguiente paso es construir la infraestructura para almacenar parte de esa energía y usarla de forma más inteligente. No se trata solo de generar más, sino de usar mejor lo que ya se produce. Incorporar almacenamiento es una medida estratégica para la seguridad energética, la sostenibilidad económica y la transición hacia un sistema eléctrico moderno y resiliente.
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