La crisis del gobierno actual: un país al borde del abismo
En una reciente entrevista con Hechos Ecuador, el expresidente Rafael Correa expuso una visión crítica sobre la gestión del gobierno de Daniel Noboa. Según Correa, Ecuador atraviesa una crisis económica, de seguridad, energética, de empleo y servicios públicos, y lo peor, según él, es que el país avanza vertiginosamente hacia el abismo, a pesar de contar con condiciones favorables como el precio del petróleo y remesas de los migrantes.
Correa destacó que en 2025 se alcanzó el mes más violento de la historia con 600 homicidios en 24 días, un panorama que podría empeorar hacia finales del año. Afirmó que bajo su gobierno, Ecuador fue el segundo país más seguro de América Latina, pero actualmente está entre los más violentos.
Refinería del Pacífico: un proyecto destruido por odio
Sobre la polémica construcción de la Refinería en Santa Elena, Correa afirmó que la obra es necesaria para el país aunque sus detractores señalaron por muchos años lo contrario.
Recordó que la Refinería del Pacífico, que se construyó durante su gobierno, fue diseñada para ser un complejo petroquímico que generaría más industrias, sin embargo, el proyecto fue atacado por razones políticas.
Correa subrayó que, a pesar de la inversión realizada, la falta de visión del actual gobierno y el odio ha llevado a la desarticulación de proyectos clave.
Crisis económica: desempleo, pobreza y decrecimiento
El exmandatario reveló datos alarmantes sobre la economía bajo el gobierno de Noboa. Señaló que se han perdido cerca de 170,000 puestos de trabajo, y la pobreza ha aumentado en tres puntos, lo que equivale a medio millón de ecuatorianos viviendo con menos de 1.7 dólares al día.
Además, el país ha entrado en una recesión, con una tasa de decrecimiento de -2%, y una crisis energética sin soluciones a la vista.
Crisis democrática e institucional: un gobierno autoritario
Correa también abordó la crisis democrática que, según él, vive Ecuador desde enero de 2025. Criticó la falta de legitimidad en el gobierno de Noboa, mencionando que debería haber delegado el poder a la vicepresidenta Verónica Abad durante su campaña electoral, y denunció la violación del estado de derecho.
Aseguró que los organismos de control y electorales se han mantenido en silencio cómplice, lo que considera un signo claro de autoritarismo. Frente a esta situación, adelantó que si la Revolución Ciudadana gana las elecciones, impulsará una nueva Asamblea Constituyente para reemplazar a las autoridades destituidas ilegalmente.
Migración: un trato digno para los ecuatorianos en el exterior
En cuanto a los migrantes ecuatorianos, Correa expresó su preocupación por la falta de apoyo a los exiliados de la pobreza, quienes buscan mejores condiciones de vida en el extranjero.
Además, adelantó que el plan ACOGE de la Revolución Ciudadana, diseñado para el retorno digno de los migrantes, ofrecería atención en salud, un salario básico por tres meses, créditos accesibles para emprendimientos, y asesoría legal.
Soluciones propuestas por la Revolución Ciudadana
Correa presentó una serie de propuestas para resolver la crisis del país, entre las cuales destaca la repatriación de fondos internacionales y la reactivación de la economía a través de la inversión pública. Aseguró que los recursos guardados en el extranjero servirían para atender las necesidades urgentes de la población, generando empleo y reactivando el crecimiento económico.
El riesgo de fraude electoral y la lucha por el poder político
Finalmente, Correa habló sobre el riesgo de fraude en las elecciones presidenciales, afirmando que la victoria debe ser contundente para asegurar el triunfo y evitar fraudes. Explicó que el actual candidato oficialista está alineado con los intereses de los banqueros y los sectores más poderosos, lo que ha llevado a un uso indebido de los recursos públicos.
Esperanza en el proyecto de la Revolución Ciudadana
Correa cerró la entrevista haciendo un llamado a la esperanza y a votar con convicción por la Revolución Ciudadana el próximo 9 de febrero.
Recordó con emoción el legado de su gobierno, que dejó un Ecuador con avances significativos en infraestructura, seguridad y bienestar, y aseguró que seguirá luchando por el país para lograr un futuro mejor para todos los ecuatorianos.