Plataformas vinculadas a la campaña del presidente Daniel Noboa difundieron un supuesto audio que involucra a los hermanos Verduga y al reconocido consultor político Daniel Ivoskus. El material, presuntamente manipulado con inteligencia artificial, hace referencia al Consejo de Participación Ciudadana, a la Fiscal Diana Salazar y a posibles voceros para posicionar mensajes de campaña. La intención detrás de esta maniobra es clara: desprestigiar a voces críticas del actual gobierno.
Ivoskus responde con contundencia
Daniel Ivoskus no tardó en pronunciarse. A través de sus redes sociales calificó la maniobra como una burda “campaña sucia” y denunció la falsedad del audio. “Hasta para hacer campaña sucia son malos y novatos. Por lo menos pongan una voz de un argentino o paguen un plan premium de inteligencia artificial”, ironizó el consultor, subrayando la torpeza de quienes orquestaron esta operación.
Solidaridad y rechazo desde el ámbito profesional
El mundo de la consultoría política ha cerrado filas frente a este ataque. Tatiana Larrea, también consultora, expresó su respaldo a Ivoskus y lamentó la calidad del actual proceso electoral en Ecuador, al que calificó como “mediocre”. “Quienes te conocemos, admiramos y queremos, rechazamos este tipo de ataques”, escribió.
Desde Latina Agency, su director también se sumó a la defensa de Ivoskus. En un claro mensaje contra la desinformación, afirmó: “Una cosa es evidenciar una debilidad real del adversario y otra muy distinta es inventar y mentir para ensuciar”.
Persecución a quienes piensan diferente
Andrés Elías, consultor político, señaló que este tipo de ataques representan una forma de represalia por ejercer libremente una profesión. “Ningún gobierno debería perseguir a quien piensa distinto ni castigar la verdad”, enfatizó, recordando que el rol de un consultor no es un delito, sino un derecho amparado por la democracia.
Una alerta para la democracia ecuatoriana
La utilización de inteligencia artificial para fabricar pruebas y desacreditar voces críticas marca una peligrosa tendencia. Este tipo de prácticas no solo socavan la transparencia del proceso electoral, sino que también ponen en jaque las libertades fundamentales. En lugar de propuestas, el oficialismo apuesta por la manipulación. Ecuador merece algo mejor.