El uso de inteligencia artificial (IA), como ChatGPT, ha generado en los últimos meses gran interés y está teniendo cada vez más un papel importante en diferentes aspectos de nuestras vidas. Así, por ejemplo, la IA podría ayudar a combatir crisis mundiales como la del cambio climático.
Aunque es difícil determinar hasta qué punto esta tecnología puede contribuir a reducir las emisiones de gas de efecto invernadero, puede ser una herramienta valiosa, afirma David Rolnick, profesor de la Facultad de Informática de la Universidad McGill, en Cánada, y cofundador de la organización sin ánimo de lucro Climate Change AI.
Aquí les mostramos algunas formas en las que ya se utiliza IA para ayudar al medio ambiente:
Salvar árboles con “guardianes” de IA
Para frenar la tala ilegal, la ONG Rainforest Connection utiliza sensores acústicos en los árboles. Estos “escuchan” lo que ocurre en el bosque y lo transmiten en tiempo real a una nube.
Así, un sistema de aprendizaje automático reconoce sonidos específicos, como los de una motosierra o un camión, y envía alertas a las autoridades locales.
Según se lee en el sitio web de la organización, casi 600 dispositivos “guardianes”, han sido ya instalados en 35 países, de Brasil a Indonesia, y del Congo a las Filipinas.
Reducir la “huella de carbono” del acero
El acero y el cemento son materiales importantes de construcción. Sin embargo, son grandes emisores de CO2. Gran parte procede de la extracción y el transporte de los ingredientes utilizados en el proceso de producción. L
a empresa estadounidense Fero Labs ha trabajado, en cooperación con cinco plantas siderúrgicas estadounidenses, en un software de optimización basado en IA, para reducir la cantidad de ingredientes extraídos -o aleacione- hasta en un tercio.
El software recopila y aprende de datos históricos para recomendar la cantidad mínima de material adicional nuevo que debe agregarse, si es que hay que adicionar alguno.
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