La situación en Esmeraldas sigue siendo devastadora. Desde el 13 de marzo, la región enfrenta uno de los desastres ambientales más graves de los últimos años, debido a un derrame de petróleo que ha afectado más de 500 mil habitantes. En lugar de atender a los afectados, el gobierno ha optado por enviar militares a reprimir las protestas. Los habitantes claman por soluciones reales: agua potable, alimentación, atención médica, y una compensación justa.
Reprimidos en vez de atendidos
En las últimas semanas, las protestas en Esmeraldas se han intensificado. Los pobladores de sectores populares, especialmente de las zonas de pescadores, exigen que se les provea de agua potable, que hoy llega en condiciones inadecuadas. La entrega del líquido vital es una de las principales demandas, pero la respuesta gubernamental ha sido el despliegue de militares. La indignación crece, ya que el gobierno no ha dado la cara. «No estamos pidiendo, estamos exigiendo», afirman los habitantes.
El testimonio de los afectados: una realidad dolorosa
Los testimonios son desgarradores. Los pescadores, cuyo medio de vida depende de los recursos del mar, tienen sus embarcaciones paralizadas. Las riberas, cubiertas de petróleo, impiden que puedan trabajar. Las familias afectadas se sienten abandonadas por el Estado. «Somos la gente pobre, a la que menos el gobierno busca ayudar», exponen con dolor. La falta de agua y alimentos ha sumido a la región en una crisis humanitaria.
El derrame de petróleo: incompetencia y desinterés del Gobierno
El tratamiento del derrame de petróleo ha sido calamitoso. Activistas y periodistas como Ismael Bernal y Darío Robinzon denuncian la falta de un plan de remediación efectivo y la indiferencia por parte del gobierno. Mientras las comunidades sufren, el presidente y sus ministros siguen sin aparecer en la provincia. “Esmeraldas siempre es abusada, y el estado suma hitos a la deuda histórica”, afirma Bernal. El gobierno ha mostrado falta de control, transparencia y compromiso con la justicia ambiental.
Compensaciones insuficientes y promesas incumplidas
A través de un comunicado, este 07 de abril, el Centro de Derechos Económicos y Sociales de Esmeraldas denuncia que la compensación de $470 por familia, es insuficiente porque no refleja ni de cerca los daños sufridos. La pérdida de cultivos, la mortandad de animales, y la contaminación de las fuentes de agua son solo algunos de los impactos. Organizaciones sociales y líderes comunitarios denuncian que no solo es una cifra insuficiente, sino que la ayuda prometida aún no ha llegado. “Este es un paliativo simbólico, no una reparación real”, señalan.
Esmeraldas exige justicia: No más abandono
Esmeraldas no pide favores. La comunidad exige respuestas reales y acciones concretas. “Necesitamos reparación, no promesas vacías”, afirman. La ley aprobada por la Asamblea, que podría mejorar las condiciones de la provincia, aún no ha sido firmada por el presidente. Los esmeraldeños exigen justicia ambiental, reparación integral, y que se cumpla con la ley. «Esmeraldas no puede seguir siendo una zona de sacrificio» afirma el activista ambiental Inty Gronneberg.
El clamor por una reparación integral
Más de tres semanas después del desastre, las autoridades aún no han mostrado una respuesta efectiva. La compensación económica sigue siendo insuficiente y la remediación ambiental sigue siendo una promesa incumplida. Esmeraldas exige un plan integral que contemple la remediación de la contaminación, atención médica para los afectados, y apoyo a la recuperación de los medios de vida de las familias. No es un favor, es justicia.
La indignación de Esmeraldas es legítima. La falta de acción del gobierno frente a esta tragedia solo agrava la situación. Es hora de que el gobierno se haga responsable y atienda las demandas urgentes de la región.