El economista Marco Flores alerta sobre las graves consecuencias que tendrá la nueva medida proteccionista de Estados Unidos, que desde el 5 de abril establecerá un arancel del 10% sobre todos los productos importados. Este cambio, denominado por algunos como una nueva «guerra arancelaria», afecta directamente a los productos ecuatorianos, incrementando el costo de exportación y afectando la competitividad en el principal mercado comercial de Ecuador.
¿Qué son los aranceles y cómo afectan a los consumidores?
Según Flores, un arancel es un impuesto que encarece el precio de los bienes importados, afectando directamente a los consumidores al aumentar el costo de los productos que compran. Aunque muchos importadores podrían asumir estos costos, el economista señala que lo más probable es que estos aumentos sean trasladados al precio de venta, afectando aún más a los consumidores norteamericanos.
El arancel recíproco: el golpe doble para Ecuador
Además del arancel universal, Estados Unidos aplicará un arancel recíproco del 10% a las importaciones ecuatorianas, lo que resultará en un aumento del 20% en el costo de los productos de Ecuador. Esto incluye productos emblemáticos como el banano, el camarón y el cacao, que anteriormente gozaban de un trato preferencial bajo el principio de nación más favorecida (NMF). Ahora, todos estos productos deberán enfrentar un encarecimiento que reduce su competitividad en el mercado estadounidense.
El deterioro de la competitividad ecuatoriana y las consecuencias para las exportaciones
Con este aumento en los aranceles, la competitividad de los productos ecuatorianos en Estados Unidos se ve gravemente afectada. A medida que los consumidores estadounidenses opten por productos de otros países con costos más bajos, Ecuador enfrentará una caída en sus exportaciones. La situación económica interna del país, según Flores, hace casi imposible compensar esta pérdida de competitividad mediante políticas económicas internas.
El riesgo de precios infinitamente altos y el daño permanente
Flores también advierte que, aunque los aranceles pudieran ser eliminados o reducidos en el futuro, el daño ya estaría hecho. El aumento en los precios será inflexible a la baja y se quedará en niveles altos, afectando permanentemente tanto a consumidores como a exportadores.
Un desafío mayor para la economía ecuatoriana
Con estos cambios, Ecuador se enfrenta a una situación aún más difícil en su relación comercial con Estados Unidos, lo que podría tener efectos negativos a largo plazo en la estabilidad económica del país. La falta de sostenibilidad interna y la imposibilidad de reducir los costos a través de políticas económicas locales empeoran aún más el panorama. La guerra arancelaria apenas comienza, y sus efectos ya están haciendo sentir su peso.
