Luisa González impulsa el Plan Protege, una propuesta que incomoda al poder
El plan de gobierno de la candidata presidencial Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana, incluye el “Plan Protege”, un ambicioso programa para combatir la inseguridad con un enfoque integral, comunitario y preventivo.
El plan contempla una inversión de 72 millones de dólares para su implementación. Pero lejos de debatirlo, el gobierno de Daniel Noboa y medios aliados han iniciado una campaña de desinformación basada en el miedo y la manipulación.
Barrios organizados para recuperar la paz
El defensor de derechos humanos Fernando Bastias sostiene que la propuesta de González ha sido tergiversada, cuando debería ser analizada con seriedad, ya que plantea una alternativa viable a la “mano dura” promovida por el actual gobierno.
“El fortalecimiento comunitario no es una ocurrencia, es una estrategia que ya ha funcionado en países como Colombia, México y Brasil”, asegura Bastias. “Cuando alguien plantea una solución con sustento técnico, saltan las alarmas, se inventan narrativas de ‘paramilitares’ y se manipula a la opinión pública. Es irresponsable y peligroso”, cuestiona.
Del diálogo al ataque: el gobierno responde con miedo
En lugar de analizar el contenido del plan, la reacción del gobierno ha sido atacar. En redes sociales y medios afines circulan videos y titulares que acusan a la propuesta de crear «espías barriales» o milicias paralelas, comparándola con colectivos en Venezuela o los CDR en Cuba.
El presidente-candidato Daniel Noboa llegó incluso a decir que con ese dinero González pretende “contratar expandilleros armados y leales al partido”.
Estas afirmaciones son infundadas, irresponsables y peligrosas, más aún cuando lo que se propone es una estrategia de paz desde las bases.
Lo que dicen quienes conocen la realidad
La periodista Karol Noroña, experta en temas de seguridad, advierte que antes de criticar, se debe entender la compleja realidad que viven los barrios más golpeados por la violencia.
En lugares como Esmeraldas, líderes comunitarios ya ejercen funciones de mediación con estructuras delictivas, no por elección, sino porque el Estado ha desaparecido de esos territorios.
“No trabajan para bandas, sino que intentan mantener un mínimo de paz en medio del abandono”, explica Noroña.
Estas figuras han evitado delitos, articulado procesos sociales y ofrecido alternativas a jóvenes en riesgo. Su rol es clave en la organización barrial y la resistencia pacífica.
¿Seguridad o espectáculo mediático?
La respuesta del gobierno ha sido prometer que esos 72 millones se invertirían en reclutar jóvenes para las Fuerzas Armadas, insistiendo en una visión exclusivamente represiva de la seguridad.
Pero González fue clara al señalar que las instituciones policiales y militares han sido abandonadas por el propio gobierno: “Los mandan como carne de cañón, sin recursos ni dirección. La inseguridad no se resuelve con shows ni con propaganda.”
Unidad frente a la campaña sucia
La candidata Luisa González denunció que Noboa encabeza “la campaña sucia más violenta y millonaria de nuestra historia”, financiada con recursos públicos y diseñada para infundir miedo y confundir a la ciudadanía.
Frente a esto, González reafirma su compromiso con la unidad nacional, el trabajo conjunto entre organizaciones sociales, comunidades y fuerzas del orden para recuperar el país. “La verdad vencerá la mentira. Recuperaremos la esperanza y devolveremos la paz al Ecuador.”
¿El Ecuador que queremos?
Este debate va más allá de una propuesta. Se trata de dos visiones opuestas de país:
- Una que apuesta por la comunidad, la prevención y la construcción colectiva de paz.
- Otra que responde con represión, miedo y desinformación.
El Ecuador que merecemos no se construye con campañas sucias, sino con participación, justicia y seguridad real para todos.
