Crisis en salud: promesas vs. realidad
En su discurso, el presidente Daniel Noboa insistió en su narrativa de culpar a la «mafia» y la «delincuencia organizada» para justificar la crisis en salud y seguridad. Sin embargo, su administración no ha logrado avances concretos en estos sectores clave.
Aseguró haber pagado una deuda de más de 2.600 millones de dólares al IESS, supuestamente heredada del gobierno de Rafael Correa hace ocho años. No obstante, el Ministerio de Finanzas informó en noviembre de 2024 que casi el 20% de esa transferencia correspondía a deudas del 2023, cuando Guillermo Lasso era presidente.
Noboa prometió modernizar los servicios de salud con tecnología y eficiencia, asegurando que el IESS no sería utilizado como caja chica. También mencionó la generación de empleo joven y becas universitarias. Sin embargo, el sistema de salud sigue en deterioro: falta de personal en hospitales públicos, desabastecimiento de medicamentos, carencia de inversión en equipos y retrasos en pagos a prestadores externos y dializadoras.
Financiamiento insuficiente y carencias estructurales
Con un gasto en salud equivalente al 4% del PIB, Ecuador se mantiene por debajo del 6% recomendado por la OPS para garantizar una cobertura universal. En los últimos cinco años, el presupuesto en salud ha crecido apenas un 2.3% anual en promedio.
El INEC reporta que el 30% de la población carece de acceso regular a servicios de salud. Un informe del MSP en 2024 señala que la cobertura de medicamentos esenciales alcanza solo al 65% de la población y que la infraestructura hospitalaria presenta un déficit del 18%, especialmente en zonas rurales.
Jubilaciones: ¿realmente no se tocará la edad de retiro?
Noboa afirmó que no aumentará la edad de jubilación. Sin embargo, en mayo de 2024, el presidente del directorio del IESS explicó que quienes se jubilen a los 65 o 70 años recibirán pensiones significativamente superiores, lo que sugiere incentivos para retrasar el retiro.
Seguridad: Discursos reciclados y cifras alarmantes
Propuestas repetidas y falta de resultados
Las propuestas de seguridad de Noboa repiten las del debate de 2023: equipamiento militar, blindados, radares y cooperación internacional. A pesar de estos ofrecimientos, Ecuador se ha convertido en el país más violento de la región, según InSight Crime, con una tasa de 38,8 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Aseguró en este bloque que durante su gobierno se redujo la tasa de homicidios en el 16% y también hubo reducciones en femicidios, extorsiones y muertes de menores de edad.
Sin embargo los datos oficiales revelan que a inicios de 2024 hubo una reducción del 14.8% en la tasa de homicidios, pero luego de ese mes los valores se dispararon hasta cerrar el año con una tasa de 38.8% de homicidios por cada 100 mil habitantes.
En cuanto a las extorsiones estas aumentaron en un 5.8% y las muertes de menores de edad se incrementaron en un 8.8% con este gobierno.
Durante su mandato, se han registrado cifras récord de violencia. Entre octubre de 2023 y octubre de 2024, el país promedió 18 homicidios diarios. En enero de 2025, hubo 600 asesinatos en 24 días, es decir, un asesinato cada 57 minutos. En marzo de 2025, Guayaquil vivió su peor masacre en dos años, con 22 muertos.
Masacres carcelarias y crimen organizado
Las masacres carcelarias tampoco han cesado. Durante la reciente ola de violencia en Guayaquil, al menos 20 reclusos fueron asesinados en la Penitenciaría del Litoral, un hecho no registrado oficialmente.
Investigaciones nacionales e internacionales evidencian la infiltración de bandas criminales en el Estado y el aumento del lavado de activos en la banca privada, que se calcula en 4.000 millones de dólares.
Gasto en seguridad: Números que no cuadran
El gasto en seguridad sigue siendo insuficiente. Según el excomandante del Ejército, Luis Almeida, entre 2008 y 2016 el presupuesto en defensa promediaba 200 millones de dólares anuales. Desde 2017, esta cifra cayó drásticamente, alcanzando apenas 61 millones durante el gobierno de Lasso y actualmente situándose en 109 millones.
Las promesas de Noboa siguen siendo recicladas de su campaña de 2023, sin estrategias claras, sin datos verificables y sin soluciones concretas.