Dos nuevos libros revelan prácticas comerciales que influyen en el contenido que ofrece esta plataforma musical
En Spotify está toda la música del mundo, en teoría. Pero sus algoritmos deciden muchas cosas. Como otras plataformas tecnológicas, Spotify toma decisiones para ganar más dinero, lo que afecta la música que escuchamos.
Acaban de salir dos libros sobre la compañía que cuentan detalles sobre su funcionamiento interno y prácticas comerciales, aún sin traducción al español: Aún no has escuchado tu canción favorita, de Glenn McDonald, ex alquimista de datos en Spotify, y La máquina de estados de ánimo, de la periodista Liz Pelly. El primer libro es más bien positivo sobre la plataforma y el segundo, negativo. Pero los dos en el fondo coinciden en algo esencial: escoge la música que quieras escuchar sin dejarte llevar por las listas de Spotify.
La premisa de McDonald es que nunca antes tanta gente había pagado por música. Ahora hay millones de personas pagando 120 euros al año. ¿Quién se gastaba más de eso en discos en 1995?: “Necesitas 15 personas que pasaran de gastar 25 euros a 120 para compensar que una persona [un comprador compulsivo] pasara de gastarse 1.500 euros a 120?”, escribe.
Spotify llegó además en un momento de debilidad de la industria por la piratería, así que había poco donde elegir. El punto de inflexión de la industria musical fue 1999, el mejor año financiero de su historia. La crisis redujo el sector a un tercio de su tamaño. Ahora se está recuperando gracias al streaming, pero esta por ver si alcanzará las cotas de 1999: el streaming necesita otros siete años de crecimiento similar a los que ha vivido entre 2014 y 2021 para volver al pico, según McDonald.
La idea de Pelly es mucho más sencilla: Spotify usa la música como cualquier otro producto comercial, para ganar dinero. Su único objetivo es derrotar al silencio. Da igual si es con música independiente o ruido blanco para dormir. Los músicos no tienen incentivos para distinguirse, sino para encajar con las vibras de una lista más de Peaceful Piano o Your Favourite Coffeehouse.
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