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A 75 años de la Proclamación de la República Popular China en la victoria del pueblo trabajador

El 1 de octubre de 1949, se proclamó la República Popular China tras años de intensas luchas contra el feudalismo, la invasión japonesa y el régimen del Kuomintang. Bajo el liderazgo de Mao Tsé-Tung, el Partido Comunista de China logró una transformación radical del país, consolidando una nueva etapa política y social para el pueblo del gigante asiático. Esta fecha marca el inicio de una nueva era, con la promesa de unidad y liberación nacional.

El proceso hacia la proclamación tuvo un momento clave, el 21 de septiembre de 1949, cuando Mao pronunció su discurso en la Conferencia Consultiva Política Popular de China. En ese evento, se sentaron las bases para la creación del nuevo gobierno, destacando la necesidad de una dictadura democrática popular para preservar los logros de la revolución.

Mao enfatizó que el pueblo chino, unido y organizado, había derrotado a sus enemigos tanto internos como externos, asegurando el control sobre el país. El 1 de octubre de 1949, desde la plaza Tiananmen en Pekín, se declaró oficialmente la fundación de la República Popular China. Con esta proclamación, se instauró un nuevo gobierno central popular que buscaba no sólo la reconstrucción del país sino también su integración en la comunidad internacional, trabajando por la paz y el bienestar global.

Hoy, a 75 años de este hecho, la República Popular China es un territorio de paz, integración y bienestar para sus ciudadanos, con el Partido Comunista de China como vanguardia de la clase obrera, del pueblo y la nación, China es la primera economía mundial y desde proyectos como la Ruta de la Seda exporta bienestar en cooperación con gran parte de los países del mundo.

Recordamos el discurso de Mao del 21 de septiembre con el que se abría la Conferencia Consultiva Política Popular de China y la Proclamación del Gobierno Central y Popular del 1 de octubre.

LAS TAREAS DE LA CONFERENCIA CONSULTIVA POLÍTICA POPULAR DE CHINA

(Discurso de apertura pronunciado durante la sesión plenaria de la conferencia consultiva política popular de China, reunida en Peiping el 21 de septiembre de 1949)

Señores delegados: Se inaugura ahora la Conferencia Consultiva Política, tan ansiosamente esperada por el pueblo de todo el país.

Nuestra conferencia reúne a más de seiscientos delegados, que representan a todos los partidos democráticos y organizaciones populares, al Ejército Popular de Liberación, a las diversas regiones y nacionalidades del país, así como a los chinos de ultramar. Esto pone de manifiesto que la nuestra es una reunión de gran unidad de todo el pueblo.

Esta gran unidad la hemos alcanzado gracias a nuestra victoria sobre el reaccionario gobierno del Kuomintang, sostenido por el imperialismo norteamericano. En algo más de tres años, el heroico Ejército Popular de Liberación de China, un ejército como pocos en el mundo, ha desbaratado todas las ofensivas del ejército de varios millones de soldados del reaccionario gobierno kuomintanista, apoyado por los Estados Unidos, y ha pasado a la contraofensiva y a la ofensiva. En la actualidad, los ejércitos de campaña del Ejército Popular de Liberación, formados por varios millones de hombres, han avanzado hasta lugares próximos a Taiwán, Kuangtung, Kuangsí, Kuichou, Sechuán y Sinchiang, y la gran mayoría del pueblo chino ha logrado su liberación. En poco más de tres años, todo el pueblo, estrechando sus filas y apoyando al Ejército Popular de Liberación, ha luchado contra el enemigo y conquistado la victoria básica. Sobre esta base se celebra la presente Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino.

A ésta la llamamos Conferencia Consultiva Política porque hace cosa de tres años celebrarnos, junto con el Kuomintang de Chiang Kai-shek, una reunión que también se llamó Conferencia Consultiva Política. Sus resultados fueron echados a pique por el Kuomintang de Chiang Kai-shek y sus cómplices, pero la Conferencia dejó un recuerdo imborrable en nuestro pueblo. Puso en evidencia que es imposible realizar, junto con el Kuomintang de Chiang Kai-shek, lacayo del imperialismo, y sus cómplices, ninguna tarea de provecho para el pueblo y que, incluso cuando se sacan forzadamente algunas resoluciones, no se llega a nada, pues tan pronto como se les presenta la oportunidad, ellos las hacen pedazos y desencadenan una despiadada guerra contra el pueblo. El único efecto positivo de esa conferencia fue la profunda educación que dio al pueblo al hacerle comprender que no hay lugar a ningún compromiso con el Kuomintang de Chiang Kai-shek, lacayo del imperialismo, y sus cómplices, y que es preciso optar por una de dos: o derrotar a estos enemigos o dejarse oprimir y matar por ellos, sin que exista otra alternativa. En algo más de tres años, bajo la dirección del Partido Comunista de China, el pueblo chino ha tenido un rápido despertar, se ha organizado y ha formado un frente único de amplitud nacional contra el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático y contra su representante general, el reaccionario gobierno del Kuomintang y, apoyando la Guerra Popular de Liberación, ha derribado básicamente a ese gobierno, echado abajo la dominación del imperialismo en China y revivido la Conferencia Consultiva Política.

La presente Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino se celebra sobre una base totalmente nueva; es representativa de todo el pueblo y goza de su confianza y apoyo. Por tanto, la Conferencia proclama que ejercerá las funciones y poderes de Asamblea Popular Nacional. Siguiendo su orden del día, elaborará y adoptará la Ley Orgánica de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, la Ley Orgánica del Gobierno Popular Central de la República Popular China y el Programa Común de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino; elegirá el Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino y el Consejo del Gobierno Popular Central de la República Popular China; adoptará la bandera y el escudo de la República Popular China; determinará la capital de la República Popular China y adoptará el calendario vigente en la mayor parte del mundo.

Señores delegados: Todos tenemos la convicción de que nuestro trabajo quedará inscrito en la historia de la humanidad y demostrará que el pueblo chino, que constituye una cuarta parte del género humano, ya se ha puesto en pie. Los chinos hemos sido siempre una gran nación valiente y laboriosa, y sólo en los tiempos modernos nos hemos quedado atrás. Este atraso se debió exclusivamente a la opresión y explotación del imperialismo extranjero y de los gobiernos reaccionarios del país. A lo largo de más de un siglo, nuestros antecesores nunca cejaron en sus indomables y tenaces luchas contra los opresores de dentro y de fuera, incluida la Revolución de 1911 dirigida por el Dr. Sun Yat-sen, gran precursor de la revolución china. Nuestros antecesores nos encomendaron dar término a su empresa inconclusa, y nosotros lo hemos hecho. Hemos forjado nuestra unidad y derrocado a los opresores internos y externos a través de la Guerra Popular de Liberación y la gran revolución del pueblo, y ahora proclamamos la República Popular China. De aquí en adelante, nuestra nación formará parte de la comunidad de naciones amantes de la paz y la libertad. Trabajando con coraje y laboriosidad, creará su propia civilización y bienestar y, al mismo tiempo, promoverá la paz y la libertad en el mundo. Nuestra nación no será más una nación humillada. Nos hemos puesto en pie. Nuestra revolución se ha ganado la simpatía y la aclamación de las grandes masas populares de todos los países. Tenemos amigos en todo el mundo.

Nuestro trabajo revolucionario no ha culminado todavía. La Guerra Popular de Liberación y el movimiento revolucionario del pueblo siguen avanzando. Debemos continuar nuestros esfuerzos. Los imperialistas y los reaccionarios internos jamás se resignarán a su derrota, y forcejearán hasta el fin. Aun después de establecida la paz y el orden en todo el país, continuarán sus actividades de zapa y provocarán disturbios recurriendo a mil medios; a diario y en todo momento tratarán de montar su restauración en China. Esto es inevitable y está fuera de toda duda; nunca debemos relajar nuestra vigilancia.

Nuestro régimen estatal de dictadura democrática popular es una poderosa arma para preservar las conquistas de la revolución popular y combatir los complots de restauración de los enemigos internos y externos; tenemos que empuñar firmemente esta arma. En el plano internacional, debemos unirnos con todos los países y pueblos amantes de la paz y la libertad, en primer lugar, con la Unión Soviética y las Nuevas Democracias, a fin de no estar solos en nuestra lucha por salvaguardar los frutos de la victoria de la revolución popular frente a los complots de restauración de los enemigos internos y externos.

Mientras mantengamos la dictadura democrática popular y estemos unidos a nuestros amigos internacionales, siempre triunfaremos.

La dictadura democrática popular y la unidad con los amigos internacionales nos permitirán lograr rápidamente éxitos en nuestro trabajo de construcción. Tenemos ante nosotros la tarea de la construcción económica a escala nacional. Disponemos de excelentes condiciones: una población de 475 millones y un territorio de 9.600.000 kilómetros cuadrados. Es cierto que enfrentamos dificultades, muchas dificultades, pero estamos firmemente convencidos de que el pueblo las vencerá todas con su heroica lucha. El pueblo chino posee riquísima experiencia en la superación de dificultades. Si nuestros antecesores y nosotros mismos pudimos atravesar ese largo período de extremas dificultades y derrotar a las poderosas fuerzas reaccionarias tanto internas como externas, ¿Por qué después de la victoria no vamos a poder construir un país próspero y floreciente? Siempre que mantengamos nuestro estilo de vida sencilla y lucha dura, permanezcamos unidos y persistamos en la dictadura democrática popular y en la unidad con los amigos internacionales, podremos lograr rápidamente victorias en el frente económico.

El auge de la construcción económica vendrá necesariamente acompañado de un auge de la construcción en la esfera cultural. Ha terminado la época en que los chinos éramos considerados como incivilizados. Surgiremos ante el mundo como una nación de elevada cultura.

Nuestra defensa nacional se consolidará y no permitiremos que ningún imperialista vuelva a invadir nuestro territorio. Debemos conservar y desarrollar nuestras fuerzas armadas populares tomando como base el heroico y fogueado Ejército Popular de Liberación. Contaremos no sólo con un poderoso ejército de tierra, sino también con una aviación y una marina poderosas.

¡Que tiemblen ante nosotros los reaccionarios internos y externos!

¡Que digan que no valemos para esto, que no valemos para aquello! Mediante tenaces esfuerzos y con pasos seguros, el pueblo chino llegará a su meta.

¡Gloria eterna a los héroes del pueblo caídos en la Guerra Popular de Liberación y en la revolución popular!

¡Aclamemos la victoria de la Guerra Popular de Liberación y de la revolución popular!

¡Aclamemos la fundación de la República Popular China!

¡Pleno éxito a la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino

Artículo escrito por: Acercándonos Ediciones

Imágenes Confirmado.net – Museo China Global Televisión Beijing

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