Denuncia por peligro de muerte en prisión
El Fiscal Penal del Guayas recibió un escrito de Jorge Glas, quien alerta sobre un «inminente peligro» en la cárcel «La Roca» de Guayaquil, donde fue trasladado tras su secuestro en la Embajada de México en Quito. En su denuncia, Glas expresa su temor por su vida debido a varios incidentes desde su encarcelamiento.
Incidentes sospechosos de un plan de asesinato
Glas afirma que, aunque «La Roca» es una de las cárceles más seguras, ha presenciado varios incidentes que parecen indicar un intento contra su vida.
Uno de los más recientes fue el 5 de enero de 2025, cuando se intentó un amotinamiento, neutralizado por las Fuerzas Armadas. Durante este episodio, se halló un arma con mira láser, lo que llevó a la evacuación de Glas a un «puesto de mando unificado» para protegerlo.
Más intentos de amotinamiento y amenazas con drones
La denuncia menciona otros incidentes. El 29 de agosto y el 5 de septiembre de 2024 hubo intentos de amotinamiento. Tras una requisa en agosto, se encontró un arma de fuego. En septiembre, intentaron detonar un dron con explosivos en el techo de la prisión. Estos hechos aumentaron el miedo por su seguridad.
Inseguridad en el centro de reclusión
A pesar de contar con fuerzas de seguridad y militares, Glas destaca que no se evitó el asesinato de un interno en la cárcel. Esto refuerza sus temores sobre los riesgos que enfrenta.
Solicitud de investigación y medidas adicionales
Glas ha solicitado a la Fiscalía una «investigación exhaustiva» para identificar a los responsables de estos intentos de asesinato y de la delincuencia organizada. También pidió que la SNAI envíe las imágenes y audios de los amotinamientos y que se designe a un agente especializado para esclarecer lo sucedido.
Contexto de la prisión preventiva de Jorge Glas
Jorge Glas está en «La Roca» desde el 6 de abril de 2024, después de ser detenido en la Embajada de México en Quito, pese a haber recibido asilo diplomático.
Glas cumple dos condenas: ocho años por los casos Odebrecht y Sobornos, que él considera parte de una persecución política. En el caso Odebrecht, el Supremo Tribunal Federal de Brasil declaró nulas las pruebas. En el caso Sobornos, la sentencia se basó en «influjo psíquico».
También enfrenta prisión preventiva por presunto peculado en la reconstrucción de Manabí tras el terremoto de 2016. Glas niega este cargo, ya que su función en el Comité de Reconstrucción no le permitía adjudicar contratos.