La violencia desmedida en Ecuador continúa empeorando. En el primer trimestre de 2025, el país ha registrado 2.414 muertes violentas, un aumento alarmante del 63% en comparación con el mismo periodo de 2024, cuando se registraron 1.484 víctimas fatales. Este terrible incremento significa que, en promedio, 27 personas son asesinadas cada día, consolidando a Ecuador como uno de los países más violentos de América Latina.
La política de «Mano Dura» de Daniel Noboa: una estrategia que fracasa
El candidato – presidente Daniel Noboa, en enero de 2024 declaró que Ecuador vivía un conflicto armado interno y ordenó la intervención de las fuerzas militares, y aseguró que la paz retornaría al país, sin embargo los resultados son desalentadores. La política de militarización y endurecimiento de penas no ha logrado frenar la espiral de violencia que sigue afectando a las principales ciudades de Ecuador.
Según el exministro del Interior, José Serrano, ciudades como Guayaquil y El Oro han experimentado incrementos desmesurados en las tasas de homicidios. Guayaquil concentra casi el 40% de los asesinatos, mientras que la provincia de El Oro ha visto un aumento del 305% en las muertes violentas, comparado con el mismo periodo del año anterior.

Un país sumido en la guerra de bandas
El incremento de la violencia se debe, en gran medida, a la fragmentación de grupos criminales en el país. Ecuador ha pasado de ser un territorio controlado por un único cartel, Los Choneros, a ser el escenario de una guerra abierta entre bandas de crimen organizado, como Los Lobos, Chone Killers y Tiguerones. Según Renato Rivera, analista de seguridad, el desmembramiento de Los Choneros y la llegada del Cartel de Jalisco Nueva Generación son factores cruciales en este aumento.
El analista también señala que la falta de políticas preventivas y la respuesta limitada a la militarización de las calles han agravado el problema. Desde 2020, los gobiernos de Lenin Moreno, Guillermo Lasso y Daniel Noboa han declarado más de 30 estados de excepción en un intento fallido por contener la violencia. Sin embargo, estas medidas no han logrado la estabilización de la seguridad pública, y más bien han exacerbado el conflicto.
Menores de edad, nuevas víctimas de la violencia
Uno de los aspectos más desgarradores de esta crisis es la creciente cantidad de menores de edad asesinados. Según datos oficiales, en los primeros tres meses de 2025 ya se han registrado 62 muertes de niños, muchas de ellas como consecuencia directa de los enfrentamientos entre bandas criminales. El distrito de Guayas, y en particular la ciudad de Durán, es uno de los puntos más críticos, con tasas de homicidios entre las más altas del planeta.
El futuro del país en juego
A medida que las bandas criminales se fortalecen y las estrategias del gobierno siguen siendo ineficaces, el futuro de la seguridad y la estabilidad en el país parece cada vez más incierto. Las estadísticas, que revelan un crecimiento constante de los homicidios y una crisis de gobernabilidad, hacen evidente la necesidad urgente de una estrategia integral que no se limite a la militarización, sino que también considere la prevención, la rehabilitación y el fortalecimiento de la inteligencia policial.